Lo más sorprendente del diseñador alemán Konstantin Grcic es, sin duda, su extraordinaria capacidad para trabajar con cualquier clase de material, escala o tipología de objetos. Es por eso, presumiblemente, que las innumerables piezas que componen su portfolio (mobiliario, menaje, instalaciones, joyas e incluso proyectos conceptuales) resultan muy diferentes entre sí haciendo difícil encontrar un "estilo" común a todas ellas, considerando este hecho como un rasgo positivo: la demostración de una búsqueda curiosa de la forma y características más adecuadas a cada proyecto, dejando en un segundo plano otras consideraciones. Grcic ha trabajado para muchas firmas, y en su catálogo de trabajos se combinan piezas de clara orientación industrial con otros proyectos más personales, artísticos e incluso de corte artesanal (de hecho, en el inicio de su carrera Grcic trabajó como ebanista); mostramos aquí cuatro de las piezas que nos resultan más interesantes, la ya famosa lámpara Mayday, el taburete Miura, las bandejas de acero Un Attimo y la silla 43.